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Ithaka, un viaje hacia la creación artística coreográfica

Ithaka, un viaje hacia la creación artística coreográfica

Ithaka, a trip to the choreographic artistic creation

Olga Rodríguez-Ferrán, PhD. (1)

(1) Departamento Actividad Física y Deporte. Universidad de Murcia. Murcia, España.

Email contacto: olga.rodriguez@um.es


Resumen: “Ithaka” es una creación artística coreográfica, realizada en el marco del programa cultural europeo, Europa Creativa. Esta pieza fue representada el 29 de noviembre de 2019 en el Campus del Monasterio de los Jerónimos, que alberga la Universidad Católica San Antonio de Murcia. La obra coreográfica se inspira en la obra homónima del poeta Constantino Petrou Cavafis, basada en La Odisea, poema épico griego compuesto por 24 cantos y atribuido al poeta griego Homero del siglo VIII a. C. La búsqueda y el viaje como temática aparecen en ambas obras y forman parte del reencuentro con la identidad del ser humano. Por otro lado, la danza contemporánea es el lenguaje y medio de unión entre los intérpretes con el entorno y la narrativa de la obra del poeta.

Palabras Clave: prácticas somáticas, procesos de creación, coreografía, proyectos europeos.

Abstract: “Ithaka” is a choreographic artistic creation which forms part of the Creative Europe program. This piece was performed on 29 November 2019 at Los Jeronimos Campus within the Catholic University of Saint Anthony in Murcia. This choreographic piece is inspired on the poem that goes by the same name, by Constantino Petrou Cavafis, which is, in turn, based on Homer’s Odyssey; the epic Greek poem, composed of 24 books, attributed to the Greek poet and dated to the 8th century BC. A search and a journey are themes that are addressed in both works and are part of the process of rediscovering human identity. Contemporary dance is the language and means of expression that unites the interpreters with the scene and narrative from the poet’s work.

Keywords: somatic practices, creative process, choreography, European projects.


Introducción a la obra.

Esta producción artística formaba parte de las obras generadas en “Refresh Project” (https://www.refresheurope.eu/), con motivo de la celebración del Año Europeo del Patrimonio Cultural 2018. Este proyecto fue cofinanciado por la Unión Europea y concedido en una convocatoria competitiva (nº de referencia 595860-CREA-1-2018-SI-CULT-COOP3). “Ithaka” concretamente rescata el enclave patrimonial basado en la creación artística coreográfica y el dialogo intercultural a través de la danza con la obra del poeta Constantino  Petrou Cavafis.

La coreografía esta albergada en el marco del programa europeo, Europa Creativa (https://ec.europa.eu/programmes/creative-europe/node_es). Los objetivos generales de Europa Creativa son salvaguardar, desarrollar y promover la diversidad cultural y lingüística europea y promover el patrimonio cultural de Europa, además de fortalecer la competitividad de los sectores culturales y creativos europeos.


Descripción artística

Ithaka es una obra artística coreográfica, creada en su concepto y dirección por Sebastián Gómez-Lozano del Grupo de Investigación de Artes Escénicas de la Universidad Católica San Antonio de Murcia.

Catalina Castro Colomer, investigadora colaboradora (IC) ejercía de asistente coreográfica. Los intérpretes fueron bailarines europeos de proyección profesional que realizaban sus estudios de Grado en Danza en la Universidad Católica San Antonio de Murcia, en España; Grado en Ciencias de la  Comunicación en la Universidad de Teramo, en Italia; Grado en Bellas Artes de la Universidad  Nacional de Artes George Enescu de Iasi, en Rumania y la Universidad de Ljubljana, en Eslovenia.

Elena Carrión (España), Carlo Colleluori (Italia), Chanell Conde (España), Marika D’Ambrosio (Italia), Brina Dokl (Eslovenia), Carlota López (España), Ángela Mayayo (España), Sara Panichi (Italia), Katja Potocar (Eslovenia), Katarina Potocnik (Eslovenia), Maja Music (Eslovenia), Emma Serra (España) y Andra Romașcanu (Rumania), fueron los intérpretes de Ithaka.

La obra se desarrolla en un marco escénico idóneo para poner en valor el patrimonio arquitectónico del Monasterio de los Jerónimos de San Pedro de la Ñora fundado por la orden de San Jerónimo en 1579. Dicho Monasterio se encuentra en el Campus del mismo nombre donde reside la Universidad Católica San Antonio de Murcia (España) (figura 1).

Fig. 1 Monasterio de los Jerónimos  en el Campus de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (España).

En esta pieza coreográfica se representa una alegoría del viaje personal, una serie de símbolos representativos del viaje iniciático hacia la madurez y de transición hacia la búsqueda de la identidad del ser humano. El regreso de Ulises al hogar es el mito universal del viaje por excelencia en torno al mundo clásico que realiza el ser humano. En la realización de este viaje es imprescindible llevar a cabo el reconocimiento de uno mismo. La agnición o anagnórisis, es un tema que se muestra de distintas formas en el relato que Ulises/Odiseo protagoniza. Recorrer el camino, es el destino marcado por los dioses, antes de encontrar la plenitud en un lugar de encuentro llamado Ithaka, u hogar (figura 2).

Fig. 2  Ficha Artística de Ithaka

Este trayecto se culmina con la composición musical del “Stabat Mater” de Giovanni Battista Draghi, más conocido como Pergolesi, compositor, violinista y organista italiano del periodo barroco (1710-1736).


Comentario técnico y dramatúrgico

La obra coreográfica transmite esos valores y mitos de la humanidad reflejados en la obra de Cavafis y en la homérica. La búsqueda y necesidad del viaje como forma de conocimiento y de reencuentro con cada uno de nosotros [1]. Durante todo el tejido narrativo que ofrece la trama se observa ese periplo circular que el propio Ulises recorre en el poema original. El diseño empleado representa perfectamente ese viaje de ida y vuelta con una gama de lenguajes que dotan de un variado colorido a la obra. Cada intérprete, en realidad, parece realizar su propia odisea hasta alcanzar su correspondiente hogar. Una obra para la esperanza en la búsqueda de la felicidad del ser humano, un canto a la mitología que recorre la historia de Europa desde sus orígenes helénicos hasta nuestro convulso siglo XXI.

La reconstrucción y rehabilitación de este monasterio también forma parte de esta simbología. Se trata de una obra de transición entre el barroco y el clasicismo formal, ha perdido algunos elementos originales y tiene como guía la fachada de la Catedral de Murcia.

A nivel técnico, en la pieza coreográfica se destaca cómo la figura de Ulises permanece viva entre los diferentes intérpretes, manteniendo la calidad de las transiciones, la viveza y tridimensionalidad del espacio. Ciertas fórmulas de organización en escena como simultaneidad y secuencialidad del coro frente al individuo rescatan la personalidad neo-expresionista [2] de algunas imágenes coreográficas que permanecen latentes en nuestro subconsciente colectivo (figura 3). Aludimos a la “Consagración de la primavera“ de 1975, creada por Pina Bausch o a ciertos pasajes de la propuesta artística de Sasha Waltzen 2006, “Dido y Eneas”. Esta última ópera-danza representada por la Akademiefüralte Musik de Berlín y la Compañía de danza Sasha Waltz & Guests.

Fig. 3  Momento de uno de los ensayos de Ithaka: el director artístico se encuentra en medio de los intérpretes y la asistente coreográfica observa desde fuera.

A pesar de la ausencia de técnica vocal en Ithaka y de la presencia de silencios que en parte de la obra carecen de comprensión racional, la influencia tanto plástica como conceptual del Director Artístico, compensa dichas carencias. Este hecho, se hace notar en la combinación de la expresión contemporánea de los trece bailarines con el lenguaje poético que subyace en toda la narrativa.  No es de extrañar el canto de las sirenas, como un intento de fusión de lenguajes y de disciplinas que pone a prueba las fronteras imperceptibles que se extienden durante toda la obra. Se aprecia como esta pieza coreográfica viene de un proceso de madurez colectiva entre intérpretes y dirección artística. El “partnering work” es el elemento procesual que representa la unidad coreográfica más utilizada en todas las estrategias de interacción [3]. Durante la coreografía se observa una exploración de la práctica del dúo de trabajo centrado en la exploración del impacto o consecuencia de estudiar múltiples formas de interrelación. Se refleja una eficiente fluidez comunicativa más acorde con una pedagogía constructivista y somática de encontrar el conocimiento a través de la experiencia que con una pedagogía del resultado.

La Influencia de dos coreógrafos coreanos, Ahn Sungsoo y Sang –Cheul Choe, tanto en el tratamiento como en el estilo, se aprecia de una manera sutil en Ithaka. La búsqueda del movimiento libre y personal, el minimalismo o la tradición, convergen en un estilo abstracto, pero a la vez muy narrativo. La sincronía de manera natural se convierte en el medio que unifica a la pieza (figura 4).

Fig. 4  Ensayos finales, cada intérprete recorre su trazo en la coreografía.

El paradigma coreográfico representa la danza como motor de comunicación. Hagood & Khalich [4] describen cuatro categorías para la creación coreográfica establecidas por Crawford y que perfectamente se mimetizan en esta obra: la unidad, el contraste, la variedad y el equilibrio. Resultado y proceso es un binomio tanto predictivo desde el proceso, como inductivo desde el resultado. En el proceso de Ithaka, se advierten dos componentes de trabajo, necesarios en cualquier composición coreográfica escénica de calidad: el componente racional y el instintivo [5]. Es nuevamente la coreografía, un medio que ha puesto en valor la obra artística y su significado. Se refleja sin ninguna duda, una superposición de líneas narrativas que construyen la fuerza del mensaje cavafiano y homérico hasta el final de su periplo de su protagonista.


Testimonios

Ithaka es una pieza coreográfica efímera como el arte de la danza que busca el equilibrio entre proceso y resultado dentro de un marco europeo de jóvenes con diferente lengua materna: rumana, italiana, española, eslovena y croata. Este tipo de proyecto europeo permite encontrar en la composición coreográfica un medio de formación y estimulación. Es el rito de transición hacia la madurez donde reside el verdadero significado de estos proyectos para los bailarines. Exponemos los testimonios de 3 bailarines participantes en Ithaka.

Andra Romașcanu (Rumanía)

“Para mí, la experiencia de Ithaka fue la más importante para mi carrera y contribuyó a mi desarrollo como bailarina. Aprendí algunas técnicas para construir una coreografía en muy poco tiempo. En cada ensayo aprendí cosas nuevas que formaban parte de mi desarrollo. Me alegro de haber tenido esta experiencia y estoy agradecida por esta oportunidad” (figura 5).

Fig. 5 Andra Romașcanu en acción durante la representación.

Brina Dokl (Eslovenia)

“Los atajos en la vida existen solo a primera vista. Para llegar a algún lado, para convertirnos en un ser humano, necesitamos recorrer un largo camino. Un camino para mejorar constantemente para alcanzar nuestros deseos, metas, sueños. Sentir, ver, oír, divertirnos, ser felices y poder amar, es universal. Ithaka es un camino, un viaje, un sacrificio. Es un viaje que termina con el amor. ¿Podemos ser humanos si no podemos amar?

Ithaka es una pieza de baile que se construyó sobre las personalidades de cada intérprete, y nos dio a los bailarines un personaje para convertirnos. El dúo surge como base para el desarrollo de las escenas colectivas. Esto da una sensación de unidad de pieza que deconstruye a duetos y a solos nuevamente. Aunque la unidad sigue siendo un eco al finalizar. El vínculo del poder del amor y la unión se mantuvo en toda la actuación. La inspiración para todo el concepto vino de un poema. Todo lo que un lector siente con palabras, lo ponemos en movimiento y lo traemos como una pieza en vivo para las personas, para la audiencia. A veces, las palabras no pueden describir realmente lo que queremos decir, es por eso que el movimiento sí puede. Habla cuando las palabras no pueden” (figura 6).

Fig. 6 Brina Dokl captada durante la performance.

Carlo Colleluori (Italia)

“Ithaka ha sido más que una simple coreografía. Ha sido un viaje a nuestras almas, una forma de conectar nuestros corazones a través de nuestros cuerpos y nuestras habilidades. Estoy tan agradecido que haber tenido la oportunidad de ser parte de algo tan mágico y lleno de significados.

Tuvimos que realizar una introspección de nosotros mismos, nuestros sentimientos, nuestros conocimientos y relacionarlos con lo que representaban los personajes, con la historia que la coreografía tenía que contar. De alguna manera, logramos crear una pieza que era totalmente original. Al final fue nuestra historia contada a través de una trama común. Todo comenzó con nuestras propias personalidades, y allí volvió como un ladrillo más en la pared de quiénes somos” (figura 7).

Fig. 7 Carlo Colleluori durante la parte de calentamiento de un ensayo en Ithaka.


Referencias documentales

  1. Keeley E, Sherrard P, Savidis G. 1992. CP Cavafy: Collected Poems. Princeton (USA): Princeton University Press.
  2. Manning S. 2010. Pina Bausch (1940-2009). The Drama Review 54(1): 10-13.
  3. Wong PSP, Cheung PO. 2004. Trust in construction partnering: views from parties of the partnering dance. Int J Project Management. 22(6): 437-446.
  4. Hagood T.K., Kahlich L.C. 2007. Research in Choreography. En: Bresler L. (eds). International Handbook of Research in Arts Education. Springer International Handbook of Research in Arts Education, vol 16. Dordrecht (Netherlands): Springer. Pp. 517-531.
  5. Giguere M. 2011. Dancing thoughts: an examination of children’s  cognition and creative process in dance.  Res Dance Educ 12(1): 5-28.

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