Rev Cent Investig Flamenco Telethusa, 7(8), 22-37
Cádiz, junio 2014
ISSN: 1989-1628
www.revista.flamencoinvestigacion.es
Música e historia del Zapateado
Music and history of Zapateado
Recibido: 16 abril
2014 Revisión editorial: 19 abril
2014 Revisión
por pares: 04 mayo 2014 Aceptado: 15 mayo 2013 Publicado online: 22 mayo de 2014
Resumen Actualmente
el
zapateado se reduce en el ámbito
flamenco básicamente a un estilo de guitarra y a un baile casi en desuso. En
tiempos pasados fue uno de los estilos más interpretados dentro de espectáculos
de escuela bolera, sobre todo en la primera mitad del siglo XIX, con diferentes
coreografías. Fue igualmente muy cultivado en países de habla hispana, donde
encuentra semejanzas y nexos con músicas autóctonas. También se cantaron coplas
bajo su ritmo, algo que dejó de practicarse hacia finales del siglo XIX,
reduciéndose poco a poco a una pieza solista de guitarra y bailándose cada vez
menos. Musicalmente el zapateado tiene gran semejanza con el tanguillo
gaditano, estando relacionado en su pasado con una variante de los panaderos, guaracha
y canarios.
Palabras Clave Zapateo,
panaderos, guaracha, canarios, tanguillo, flamenco.
Abstract These days the zapateado means little more in the world
of flamenco than a guitar style and a dance which is almost obsolete. In the
past it was one of the most popular styles in bolero performances, especially
in the first half of the nineteenth century, with a great variety of
choreographies. It was also widely cultivated in
Keywords Zapateo,
panaderos, guaracha, canarios, tanguillo, flamenco.
Introducción.
El
zapateado es considerado hoy un estilo flamenco de baile y toque de guitarra.
Según las fuentes escritas en el pasado estuvo emparentado con el canario y la
guaracha, y también fue calificado como un tipo de jaleo a lo largo del siglo
XIX. Tiene como elemento distintivo el zapateo y taconeo de su baile, aunque
también se cantaron coplas bajo su ritmo. A medida que fue avanzando el siglo
XIX aparecieron diversas coreografías de zapateado de escuela bolera y una
variante llamada de Cádiz que tuvo
mucho éxito. A finales de siglo se abandonó su canto, quedando como pieza
solista de guitarra hasta la actualidad y bailándose cada vez menos.
Musicalmente
encontramos en el zapateado gran semejanza con el tanguillo gaditano, tanto en
sus ritmos y secuencias armónicas como en algunas de sus melodías de canto. No
obstante, el tanguillo gaditano se distingue por la polirrítmia de 6/8 y 2/4,
mientras en el zapateado abunda el 6/8. También tuvo el zapateado una cierta
relación musical con una variante de los panaderos. Será en los estilos a solo
de guitarra desde mediados del siglo XX donde encontraremos una mayor riqueza y
complejidad rítmica en el zapateado, y una mayor identificación con el
tanguillo.
Este
trabajo tiene como objetivo mostrar las distintas calificaciones que ha
recibido al zapateado a lo largo de su historia, así como los antecedentes más
antiguos en cuanto al uso del zapateo en el baile. Igualmente mostrar las
diversas músicas que han servido de soporte a este estilo y sus relaciones con
estilos coetáneos de diferente nombre.
Antecedentes
Es de destacar
En este sentido otros autores
señalan la influencia americana, sobre todo cubana, que pudo asimilar el estilo
español. Ortiz y Núñez2
reflexionan al respecto de por qué en casi toda Hispanoamérica se zapatea, y en
España sólo en el flamenco. El zapateo es citado desde el siglo XVI,
apareciendo con frecuencia en el teatro del Siglo de Oro, cayendo luego en
desuso hasta el siglo XIX, lo que le sugiere a Núñez una más que posible vuelta
del estilo a España con elementos criollos. Explica este autor que en Cuba el
zapateado se hacía en compás de 6/8+3/4, y considera que su antecedente pudiera
estar en México. Carpentier3 afirma que existen referencias precisas
de baile de zapateo en Cuba en los primeros años del siglo XVIII.
Estado actual del tema y análisis de los resultados
El zapateado en la prensa histórica y carteles teatrales
Los datos más antiguos de los que tenemos
conocimiento del zapateado se remontan a principios del XIX, concretamente al
12 de abril de 1802 en una noticia publicada en el Diario Mercantil de Cádiz:
TEATRO. En el Coliseo de esta Ciudad se representa esta
noche
A lo largo de todo el siglo XIX lo iremos
encontrando en el repertorio de artistas tanto boleros como flamencos.
Nuevamente en el Diario Mercantil de Cádiz, aparece bailado por el Sr. López el
29 de marzo de 1827.
EN
El día 5 de abril de 1827 igualmente se baila
por el Sr. López:
EN
Tanto el Sr. Monge, el mítico El Planeta: Antonio Monge Rivero (Cádiz
1789-Málaga 1857) como Lázaro Quintana, fueron importantes artistas del mundo
flamenco en el siglo XIX. Serafín Estébanez Calderón7
deja nota en su famosa Asamblea general
(1845) del baile del zapateado y de El Planeta:
En las mudanzas y vueltas de la rondeña y
zapateado estuvo de lo más apurado que puede verse; pero en tocando que
llegaron a los éxtasis y últimos golpes de la «yerba buena», las seguidillas y la «Tana», fue cosa para vista y admirada, que no para puesta aquí en relato.
Ello es que el Planeta, el Fillo y toda la asamblea, clamaron en unísono
[…] (p. 271)8
En la obra de Mariano Soriano Fuertes
(1817-1880) El Tío Pinini estrenada
en noviembre de 1850 en el Teatro de
PIN. Vamos a ve si se baila
Una cosita e jaleo
CURRA.
Ahora mesmito. Muchachos,
un zapateao […]
«Primer baile – Zapateado» (p. 2)9
En la representación de esta obra en Valencia
el 26 de noviembre de 1851 figura el zapateado cantado por el Sr. Pardo (Fig.1)10.

Fig. 1 Cartel anunciador de
la obra El Tío Pinini en Valencia el
26 de noviembre de 1851
Tres años después, el 21 de diciembre de
1854, en la misma obra aparecen cambios en algunos bailes, entre ellos, el
zapateado, que figura como de Cádiz (Fig.
2)11.

Fig. 2.
Cartel
anunciador de la obra El Tío Pinini en Valencia el 21 de diciembre de 1854.
Davillier describe en 1862 el zapateado como
uno de los bailes más animados de Andalucía e interpretado también a solo por
una mujer12. En él se realizaba el mata la araña: Bailar bien la
jota, adelantando la punta del pie hacia la pareja y pisando entonces en la
forma en que se haría para matar una araña (p. 189)
[…] lo bailan también varias parejas o una sola
bailaora, lo que es mucho más bonito. La música de los panaderos, en tres
tiempos, se parece un poco a la del zapateado, aunque es menos viva y va
acompañada a menudo, en las fiestas andaluzas, de guitarra y cantos populares (p.504)12.
Esta asociación entre el zapateado y los
panaderos será frecuente a lo largo de todo el siglo XIX. En el Diario
Mercantil de Cádiz el 11 de enero de 1808 los encontramos juntos por primera
vez:
[…] se concluirá con el sainete «
También en Cuba15, donde hay constancia
que se baila el zapateado desde 1813 como uno de los estilos más interpretados
por las compañías de baile bolero, lo encontramos en 1844 asociado a los
panaderos en el Gran Teatro de Tacón interpretado por
[…] 3º.- El Valentón, canción andaluza que cantará
Don Víctor Valencia.
4º.- Chistosísimo sainete denominado El soldado fanfarrón
en los Ventorrillos de
Puerta Tierra en Cádiz. [...] y bailarán en una de sus
escenas El Zapateado y Los Panaderos de Cádiz, acompañándolos con la guitarra
dicho Ruiz y el señor Real al uso gaditano.
Diario de
No sabemos qué sería eso del uso gaditano en la guitarra, quizás
fuera una peculiar manera interpretativa que por Cádiz se practicara y tenga
algo que ver con lo flamenco. El día
10 de agosto de de 1838, hizo aparición un nuevo zapateado de Cádiz:
Gran Teatro de Tacón.— «EL
ZAPATEADO DE CÁDIZ y
Esta diferenciación gaditana en el zapateado
tuvo que estar acompañada de alguna novedad, no sabemos si en su música, o en
su baile. Es frecuente encontrar noticias al respecto de variantes de estilos
musicales denominadas de Cádiz, como
el fandango, el jaleo, y el polo y también el toque en la guitarra al uso gaditano. Igualmente hay que
destacar el uso de la pandereta en el zapateado, descrito desde 1842, y el de
las castañuelas. Igualmente en España16,17.
El
zapateado de Cádiz también fue bailado en otros países de habla hispana, como
México, el 6 de julio de 1843:
ACADEMIA DE BAILE. Don Francisco de Pavía, primer
bailarín y director del Teatro de Barcelona y de los principales de España,
hallándose contratado para el de Nuevo-México, ofrece sus servicios [...] y
todo baile nacional, extranjero, como Boleras y Fandango, Cachucha, «Zapateado
de Cádiz», Jaleo de Jerez, Gavota, Jota Aragonesa y Baile Inglés. (p. 40)18.
Y en Perú, donde
hacía furor en 1849:
[…] Los limeños sienten una loca pasión por el
-Zapateado de Cádiz.- y había entonces allí bailarines españoles. Piden, pues,
que se les de aquel baile aun cuando no estaba anunciado, y piden con eso un
imposible, porque los bailarines no tenían a mano el traje conveniente a
semejante función, y lo que más es, ni había música para seguirla. ¿Qué
importan esas pequeñeces?... ¡El Zapateado! ¡el Zapateado! gritan los
atolondrados con el palo levantado contra quienquiera que se atreva a
contradecirles. (p.
40)18.
Hubo otras
modalidades de zapateados. Muchos oriundos de Cuba:
[22 de mayo
de 1842] El último adiós.— Con este título hemos visto anunciado en el
diario de ayer la última función de la sublime hija del Rhin, que se verificará
el domingo próximo. En ella bailará la hechicera Hada, el «Zapateado Buscapié cubano» que ha
aprendido en esta semana para dar una prueba al público habanero del aprecio
que hace de los favores que le ha prodigado como a ninguna otra artista. (p. 315)15.
[8 de junio
de 1848] 2º.—
Con adornos y traje de aldeana tendré otro diálogo con el mismo
joven. Bailaré el Zapateo con
tiple y después cantaré unas décimas en competencia con mi querido amante […]
Rita Leonarda (p.392)15.
[10 de junio
de 1848] Ritilla […] bailó el Zapateado legítimo, escobillando con una
soltura de que nadie la creería capaz atendidas las cortas dimensiones de sus
piernas; y concluyó cantando unas décimas al son del tiple con una voz clara y
agradable, y a perfecta entonación […] (p. 392)15.
[15 de abril
de 1848] Teresa Ávila, tiene 12 años de edad […] su voz es suave y canta
con mucho gusto y buena entonación, imita perfectamente el canto de los
guajiros, baila como ellos «el zapateado llamado caringa»,
el
zarandingo, el palo, María Caterina, Agua de nieve, el Escurripiado; y
baila wals y
danza,
y canta las más lindas canciones porque tiene una memoria muy feliz y una
penetración vivísima.
(p. 393)15.
[Agosto de
1844] Gran Teatro de Tacón.— […] «LAS BOCAS DE
[5 de marzo
de 1848] Guanabacoa Baile Salón de las
Ilusiones.— […] se bailará
por una máscara un «zapateado criollo» que tocarán otros dos en sus guitarras y
luego variaciones.
(p.452)15.
[2 de
julio de 1868] Además se pone en escena
esa noche la primera y segunda parte de los «Negros catedráticos», se canta la
guaracha titulada «
También viajó el
zapateado a Francia. La importante bailarina bolera Pepa Vargas lo interpreta
en París:
Primer
acto:
Viva
El
Laberinto, por Guzmán y
El
Zapateado, por Guzmán y
Boleras
de
[…]
Le
Parterre, 7 de junio de 1854. (p.177)19.
En
En la pieza Los ventorrillos de la puerta de tierra en Cádiz. El 19 de febrero
de 1852 aparece un zapateado nuevo bailado a doce (Fig. 3)20.

Fig. 3.
Cartel
anunciador de la obra Los ventorrillos de la puerta de tierra en Cádiz en Valencia el 19 de febrero de 1852.
Que se torna en gaditano el 24 de febrero de
1853 (Fig. 4)21.

Fig. 4.
Cartel
anunciador de la obra Los ventorrillos de la puerta de tierra en Cádiz en Valencia el 24 de febrero de 1853.
Al igual que en Cuba aquí también encontramos
datos de otros tipos de zapateado, algunos haciendo relación a algún elemento
coreográfico, como la capa. Valencia, 1 de mayo de 1854 (Fig. 5)22.

Fig. 5.
Cartel
anunciador donde aparece el Zapateado de las Capas en Valencia el 1 de mayo de
1854.
También un zapateado del sol el 2 de enero de 1858 (Fig. 6)23.

Fig. 6.
Cartel
anunciador donde aparece el Zapateado del sol en Valencia el 2 de enero de
1858.
Encontramos un zapateado del dengue el 19 de diciembre de 1855 igualmente en
Valencia, e incluso afandangado el 29
de noviembre de ese mismo año24.
El 17 de junio de 1867, en el
Teatro del Balón de Cádiz tenemos constancia de que el zapateado se bailaba y
cantaba dentro del género del juguete gracias a un cartel teatral donde figura25:
Nuevo
juguete cómico del género andaluz, titulado «Palmas y
luces o Una boda de flamencos», en el que se bailará por todo el cuerpo
coreográfico, el jarabe, el zapateado y la soledad, cantados por Teodoro
Guerrero, conocido por El Quiqui, acompañado de la guitarra de Juan Trujillo,
cantares alusivos al género del juguete.
Estos juguetes eran piezas muy cortas, pues
sólo constan de 4 ó 5 páginas. Un ejemplo es el ya comentado El tío Pinini. Juguete cómico-lirico-bailable
en un acto. El Diccionario de
En fecha próxima, el 10 de agosto de 1867,
encontramos el zapateado de Cádiz en
[…] 8º. –Por el Malagueño, se tocará un
precioso zapateado de Cádiz, que será bailado por la ágil gaditana ISABEL
JIMÉNEZ […] (p.
17)27.
La técnica del zapateado también la
encontraremos en otros bailes flamencos, como en la soleá. El 29 de junio de
1856 se describe en El Avisador Malagueño
el baile de la soledad interpretado tres días antes por
[…] se cantó
El maestro Otero (1860-1934)
explica en su Tratado de bailes29
publicado en 1912, cómo las soleares de Arcas fueron puestas en baile en forma
de zapateado flamenco por
[...] Si
famoso es el autor de la música de las «soleares», no son menos los que la
pusieron en baile. La primera artista que bailó las «soleares» de Arcas, fue
Trinidad Huertas
Poco después viajaría a América, pasando por
México, Cuba y EE.UU, actuando en Nueva York el 27 de junio de 1888 con el
zapateado en su repertorio:
También en Madrid, años antes, El 24 de
octubre de 1879 Trinidad Cuenca baila el zapateado en el Teatro de
[…] Canto y baile flamenco.
1.º Soleás cantadas por Carmen Montaño.
2.º Seguidillas cantadas por María de
3.º Caña y polo cantados por Joaquín Mendoza.
4.º Malagueñas cantadas por Manuel Romero.
5.º Alegría cantada por Carmen Montaño y bailada por
Antonia Pacheco (
6.º Zapateado por Trinidad Cuenca.
Y 7.º Solos de guitarra por el primer guitarrista
Francisco Díaz (el de Lucena).
[…]
La modalidad de Cádiz también aparece como
estilo flamenco este año, En nuestra traducción del catalán:
BON RETIRO. –Sociedad Apolo.
–Función para hoy. La comedia «Sálvese el que pueda», la «Maruja» y el
baile «Flor de la maravilla». Gran compañía de canto y baile flamenco y primera
representación del «zapateado de Cádiz», por Manuel Pampina y «Tango
Americano», por la simpática Concha (
Diari Catalá.
Polítich y Literari 10 de septiembre de 1879 (p.1)31.
Como pieza solista de guitarra, el 28 de
octubre de 1865 fue interpretado un zapateado con 82 variaciones por el maestro
de guitarra Patiño en el Salón de
Rafael Marín33, en 1902 ya
describe el zapateado como uno de los bailes en el que no se canta, aunque bien
podría admitir cante, pues existían canciones que podían adaptarse a él.
Considera el zapateao de Cádiz como
un baile flamenco, no así a los tangos, aunque explica que junto a ellos y las
alegrías son los que se conceptúan como
flamencos por entonces. Explica que es un baile muy difícil, y de hombres,
y que aunque haya sido bailado por mujeres, éstas llevaban el traje de hombre
(p.177)33.
Relación
del zapateado con otras músicas: Canarios, Guaracha, Cumbés y Panaderos
El canario, estilizado a finales del XVI, se
caracterizó por ser un baile de pasos exóticos en el que se zapateaba. Posee un
compás de 6/8 con frecuente hemiolia y modo
Mayor, en el que se combina el
saltillo, el pateo y la alternancia del taco y la suela en estructuras de
cuatro compases. Covarrubias (p.185)34 (1611) lo define como un tipo
de saltarello. Cervantes (p.208)35 lo cita como baile en el entremés El rufián viudo (1615), y Navarrete y
Ribera escribe en el entremés de
BARBERO:
Yo quisiera un «Canario» bien tañido
MAESTRO:
Lo ligero le tiene envanecido.
(Tocan el CANARIO y baila)
MAESTRO: Este zapateado,
a trompicones,
y afirmarle de estribo en los talones.
En lo que es el canario está muy diestro:
en corto tiempo quedará maestro (p. CCXXXVII)36
En cuanto al uso de taconazos y zapateos en el baile español, hay noticias de que ya en
el siglo XVI, se realizaban en la danza
de los moriscos, en compás binario. Thoinot Arbeau menciona un zapateado de
punta y tacón. Esto es lo que describe en nuestra traducción del francés:
Los moriscos se bailan en tiempo binario. Originalmente se ejecutaba golpeando con todo el
pie, y como a los bailarines les parecía demasiado doloroso, dieron golpes con
los talones únicamente, manteniendo las punteras pegadas al suelo. Los hay que
han querido bailarlos mezclando los dos tipos de pasos: los de pie entero y los
pasos de tacón. El ejercicio de los tres estilos, en especial el que se
practica mediante golpes de pies, ha hecho que se sepa por experiencia que
provoca gota y enfermedades derivadas en los pies, y es por ello que este
baile ha caído en desuso (f. 94r-95v)37.
El canario se practicó en las procesiones de
las festividades del Corpus38, al menos desde 1586, manteniéndose en
el teatro hasta el siglo XVIII, cuando todavía era conocido y descrito como bayle de quatro compases acompañando los
pies al son de su música con pasos violentos y cortos (p. 103)39.
La musicalidad del canario está muy cercana a lo que conocemos hoy como
zapateado, su probable sucesor, y también al tanguillo (y por ello también con
el posterior tango flamenco una vez binarizado su esquema rítmico). La cercanía
entre el canario y el zapateado también es señalada por Casiano Pellicer40
en 1804.
Su secuencia armónica era ésta (6/8-3/4):
I-IV / I / IV-V / I. Francisco Guerau (1649-1717/22) compuso éstos en 1694, en
su famoso Poema harmónico41
(Fig. 7).

Fig. 7.
Sección
partitura canarios de la obra Poema
Armónico de Francisco Guerau
Gaspar Sanz los escribía en anacrusa42 (Fig.
8).

Fig. 8.
Sección
partitura canarios de Gaspar Sanz
Los canarios se escribieron en Sol Mayor,

Fig. 9.
Sección
partitura zapateado de Tomás Damas
La
secuencia armónica que podemos encontrar en los zapateados es básicamente ésta:
V / I / V / I / IV / I / V / I. Generalmente en el zapateado se cambia de
armonía cada compás, aunque no siempre. Veamos este ejemplo de Tomás Damas44
(Fig. 10).

Fig.
10. Sección
partitura Zapateado del Puerto de la obra el Tío Pinini de M. Soriano
Debió extenderse algún tipo de canario o
baile de zapateo en el nuevo mundo, pues se han conservado allí muchos estilos
donde se zapatea, por ejemplo en Cuba, con musicalidad semejante. Inzenga
recoge en 1874 un Zapateo del Monte
(baile de guajiros)45, en tonalidad de Re M, la más practicada en los canarios, con un ritmo similar en
6/8 y estructura de 4 compases, aunque más simple en su patrón armónico, e
invertido, alternando I-V, así: (2:3) T-T / V-V-V. También la guajira flamenca
tiene el este ciclo armónico, aunque invertido: (2:3) V-V / I-I-I. (Fig. 11).

Fig.
11. Sección
partitura Zapateo del Monte, baile de guajiros, recogido por Inzenga

Fig.
12. Partitura
de Guaracha del libro manuscrito Piezas
para clave M/1250 de
Si nos basamos en este ejemplo hay que decir
que no es el mismo ritmo del zapateado cubano ni el de los canarios, y tampoco
su ordenación armónica. Aunque la armadura esté en Re Mayor la tonalidad es
Antonio Cairón49, en 1820
relaciona el zapateado, el canario y la guaracha:
El canario según don Casiano Pellicer, es lo mismo que el
zapateado; y la guaracha, siendo una especie del zapateado, podemos conjeturar
que son tres bailes, que solo se diferencian en el nombre, pues todos tres
constan de la misma especie de pasos, que deben ser rastreros, y llenos de
redobles y repiqueteos, todos tres los baila una persona sola, y esta puede
acompañarse a sí misma con la guitarra: en el zapateado han introducido
últimamente las castañuelas en un movimiento, que toma repentinamente el tañido
del mismo zapateado, y que llaman, los panaderos. Estos bailes, como se ha
dicho, son muy graciosos bailados particularmente; pero para el teatro son poco
vistosos, además que son nocivos al bailarín; pues no hacen sino llenarle de
defectos á causa de sus pasos retorcidos, en que necesariamente es preciso
volver muy a menudo las puntas de los pies hacia adentro; y cuando esto se
evitara, queda también la dificultad de que es indispensable el estar continuamente
con las rodillas dobladas, a fin de poder ejecutar los pasos redoblados de que
están llenos. Nada más podemos decir sobre ellos, puesto que la cantidad de
pasos de que se componen, no son más que movimientos forzados y enredosos, que
no tienen nombre alguno en el arte de bailar. Solo sí diremos que el canario
vino de las Islas Canarias: que se llamó después guaracha, y últimamente
zapateado: puede que dentro de poco mude de nombre, aunque no mude de género (pp.114-116)49.
En 1862, Davillier parece retomar los datos
de Antonio Cairón:
[…] el «canario» era poco más o menos la misma
danza que la «guaracha» y el «zapateado». En estas tres danzas los movimientos
de los pies, que eran extraordinariamente vivos, desempeñaban el papel
principal. […] El nombre del zapateado continúa siendo popular, y este
paso, uno de los más conocidos entre los de Andalucía, se danza aún con gran
éxito. A pesar de que ha sufrido muchas alteraciones con el tiempo, no ha
perdido nada de su primitiva gracia (p. 476)12.
[…] El zapateado es, quizá el más vivo de todos los
bailes andaluces, y con toda seguridad no hay otro tan gracioso ni animado. De
ordinario baila una mujer sola y la otra la reemplaza cuando está cansada.
Zapatear significa en español golpear repetidamente con los pies. La palabra
expresa perfectamente el baile y su movimiento. Las gitanas […] se
esforzaban por ver quien «mataba mejor la araña» o la «curiana», según la
pintoresca expresión de los andaluces (p. 497)12.
Hay que decir que aunque pudieran ser los
pasos del canario, guaracha y zapateado semejantes, sin embargo, no lo eran sus
músicas, aunque mantengan algunas coincidencias. Ya hemos visto una guaracha de
la primera mitad del XVIII que no tenía el mismo ritmo que el canario ni el
zapateado, y tampoco su ordenación armónica.
Antes hemos comentado que Davillier describe
al zapateado y los panaderos como estilos similares. El zapateado se interpreta
hoy bajo un compás de 6/8, sin embargo los panaderos, tanto el modelo bolero
como el flamenco, tienen hoy ritmo ternario50. No obstante, como
luego veremos, estas formas pudieron tener en sus orígenes alguna relación
musical, a tenor de lo que dice también el maestro de baile Otero, que
certifica que las mismas letras de los panaderos se utilizaban para el
zapateado29.
También el cumbé se aproxima al zapateado,
aunque no sea exactamente igual (Fig. 13).

Fig.
13. Sección
partitura Cumbé de Santiago de Murcia.
Este ejemplo de Santiago de Murcia51
usa frecuentemente la hemiolia, y en las partes de variaciones de punteado
recuerda mucho al canario por su naturaleza melódica. Signo de este estilo, es
el comienzo acéfalo de las frases y la síncopa que se crea al rasguear, lo que
nos recuerda algo al tanguillo y en cierta forma, también a la rumba flamenca.
El
zapateado en las publicaciones de partituras
La pieza más antigua que hemos localizado de
un zapateado se halla en Música
manuscrita. Tomo 2º, Piezas de piano de Daniel
Steibelt52 (1765-1823), manuscrito de principios del siglo XIX que
figura en
De más reciente publicación53 es
un zapateado en compás de 3/4 y tonalidad de Do Mayor, con modulación central a la menor. Se cree que la colección de piezas donde figura este
ejemplo es de principios S. XIX y fue descubierto en la catedral de Albarracín
a finales del S. XX. Presenta frecuente hemiolia y se podría transcribir todo
en 6/8 aunque tenga partes en 3/4, su melodía recuerda mucho al zapateado
flamenco actual.
El comentado juguete cómico lírico bailable en un
acto El Tío Pinini, con música de
Mariano Soriano Fuertes, se estrenó en noviembre de 1850 en el Teatro de
En el método de guitarra de Matías de Jorge
Rubio55 de 1860 tenemos dentro de la parte de punteado o arpeado, un
zapateado que está escrito en 3/4 y
tonalidad de Do M con modulación a la menor. Parece el mismo zapateado
localizado en
Manuel Fernández
Grajal56 (1838-1920) publica en 1866 un zapateado en Fa Mayor y compás de 3/4. Alterna todo
el tiempo la sucesión armónica de D y T. Su forma rítmica está más cercana a
una seguidilla que al zapateado flamenco.
También en 1866 se publica
Cádiz
no se llama Cádiz
que se
llama relicario
porque
por patrona tenemos
a la
virgen del Rosario.
El primer cante sin ser una alegría en toda
regla tiene muchos puntos en común con ella. Aparte de la conocida letra, tiene
7 tercios, con una construcción melódica de cierto regusto jotero, y se remata
con una especie de juguetillo al estilo de los que se cantan por alegrías,
aunque no tan largo. Éste tiene 8 tercios y es casi la misma letra que escribió
Enrique Salvatierra para El Tío Pinini en
1850, lo cual indica que se debió popularizar con parecida melodía a raíz del
éxito de este juguete de Soriano Fuertes. Este remate aparece más corto para
cerrar la copla tercera, y es aquí donde se acerca más a los juguetillos por
alegrías, aunque su patrón melódico no recuerda a ningún ejemplo flamenco. La
tercera copla se construye con sólo dos tercios que se repiten. Destaca en este
ejemplo que todas las letras se cantan seguidas sin pausa, siendo las coplas 2ª
y 4ª una especie de estribillo melódico de las otras dos, aunque el primero sea
más largo. Por cómo está construido este zapateado, creemos que aunque sea
popular y cantado por el pueblo, tras él está la mano de un compositor académico.
Eduardo Ocón recopiló antes de 1867 dos
zapateados cantados. Aparecieron en su obra Cantos
españoles58, publicada en 1874. Los dos zapateados publicados
por Ocón son de autor desconocido, en tono de Re Mayor con modulación a re
menor. El primer ejemplo de Ocón, aunque no es igual que el de Núñez
Robres, también parece ser de origen académico. Está construido en dos
secciones musicalmente idénticas donde cambia la primera de las coplas y se
mantienen varios estribillos. Señalamos un interesante giro frigio en la copla que modula a re menor, en el primer y tercer verso.
El segundo zapateado está en Re Mayor
con modulación a Fa Mayor. También la
mano de un compositor académico debe estar de esta cuidada obra, que aunque
sólo presenta copla y estribillo en forma de seguidilla compuesta, el material
musical empleado se extiende igualmente en dos secciones, aunque no totalmente
simétricas.
Otro ejemplo cantado lo encontramos en la
zarzuela del maestro Cristóbal Oudrid (1825-1877)
Café-teatro y Restaurant-cantante59
de 1868. Zarzuela en un acto con letra de D. E. Álvarez. El Nº 4 es un
zapateado que está en Fa Mayor con
modulación a re menor y compás de
6/8. En cuanto a los elementos musicales que encontramos en este ejemplo que se
pueden relacionar con el flamenco hay que destacar el ritmo y un motivo
melódico construido de forma semejante al de Soriano Fuertes, con repetición
mantenida de una misma nota en corcheas.
De las diferentes publicaciones de zapateado
que realizó Isidoro Hernández (1847- 1888), tenemos una de 1871 para canto
dentro de la recopilación Flores de
Andalucía. Álbum de 6 canciones60. Está en tonalidad de Do Mayor y compás de 6/8. Musicalmente
está en la órbita de los zapateados ya vistos de Soriano Fuertes y Oudrid,
aunque con un sabor más popular. Las melodías del canto están muy relacionadas
con falsetas que podremos encontrar en ejemplos a solo para guitarra, y
recuerdan también a melodías de tanguillos gaditanos.
El guitarrista Tomás Damas realiza en 1873 un
arreglo para guitarra de un zapateado de I. Hernández, se titula El zapateado. Canción popular de Andalucía61.
Está en
Los maestros Federico Chueca (1846-1908) y
Joaquín Valverde (1846-1910) insertan en su juguete cómico lírico Caramelo62 (1884), un
zapateado en compás de 6/8 y tonalidad de Fa
Mayor que recuerda mucho al tanguillo gaditano por su construcción rítmica
y melódica. Esta obra se estrenó en el teatro Eslava el 19 de junio de
También en la zarzuela Cádiz2, estrenada
el 20 de noviembre de 1886 en el Teatro Apolo de Madrid, figuran unos Panaderos
y zapateado (nº 6bis)64.
El zapateado aparece en la pág. 52 del libreto con el texto Siempre que un toro le toca…65.
Está en compás 6/8 y tonalidad de Do
Mayor. Podemos escuchar una interpretación por
En 1883, el álbum Flores de España de Isidoro Hernández67 contiene otro
zapateado cantado. Está en Re Mayor y
compás de 6/8. La escritura pianística de este ejemplo (mano izquierda) se
acerca mucho a cómo se interpreta en la guitarra este estilo. Las melodías de
sus cantos están dentro de la estética de los anteriores ejemplos.
En el Mèthode
de Guitare de
Jaime Bosch (1826-1895) publicado en París en 1890 figura un zapateado escrito
en 3/4 y tonalidad de

Fig.
14. Sección
del zapateado de Bosch que recuerda al toque por alegrías
Tal y como entendemos el zapateado flamenco
hoy, en 6/8, sólo estos dos primeros compases de la obra de Bosch puede
recordarnos a él. Aparecen justo antes de la falseta anterior (Fig. 15).

Fig.
15. Únicos
dos compases del zapateado de Bosch relacionados con el zapateado flamenco
actual
Este ejemplo de zapateado se aleja un poco de
lo que hoy entendemos por zapateado flamenco, pero sin duda debió ser uno de
los tipos de zapateado que se cultivaron en el siglo XIX, y por ello fue
descrito como similar a los panaderos por personas como Davillier. Cairón
mencionó en 1820 la incursión de un paso nuevo en el zapateado que se llamó los panaderos. Teniendo en cuenta la
partitura de panaderos flamencos de Julián Arcas50, y ésta de Bosch,
quizás este modelo de zapateado suponga una línea de continuidad de aquellos
zapateados que consistían en un toque alegre
en la guitarra.
El compositor Oscar de
Gerónimo Giménez (1854-1923), prolífico
compositor de zarzuelas, escribe un zapateado cantado para su zarzuela en un
acto La tempranica, con letra de
Julián Romea69. Está en Do
Mayor y compás de 6/8. Su musicalidad está en la línea de otros zapateados
como los escritos por Isidoro Hernández en Flores
de Andalucía y Flores de España,
con un aire muy cercano al tanguillo en sus melodías.
Modesto y Vicente Romero insertan dos
zapateados en su Colección de cantos y
bailes populares españoles para piano y piano y canto de 1910. El primero
de ellos es el Zapateado de María
Cristina70, escrito en re
menor y Re Mayor y compás de 3/4,
con una plantilla rítmica de seguidilla, como el ejemplo instrumental de
Fernández Grajal56 y Núñez Robres57 de 1867. Esta
composición parece responder a un baile de tipo académico construido por medio
de sucesiones armónicas de D y T, en el que se produciría alguna coreografía
bolera, suponemos que con zapateado. Hoy se conserva su coreografía dentro de
los bailes de escuela bolera, aunque no se zapatea en él.
El otro ejemplo de Modesto y Vicente
Romero es el Zapateado
de la flor de la maravilla71, escrito en 3/8 y tonalidad de la menor. Podría escribirse en 6/8 si
agrupamos los compases en ciclos de dos. Este zapateado está más cercano a los
ejemplos cantados estudiados antes y a los instrumentales como el de Tomás
Damas y Oscar de

Fig. 16. Cartel de
No hemos localizado los números
de baile de los que consta esta comedia de 1850, en caso de que los tenga. Se
conserva una Soledad de una zarzuela
del mismo nombre de 1857 con música de Cristóbal Oudrid73 que suponemos
nacería al añadirle música al libreto de Rodríguez Rubí años después. El 9 de marzo de 1867 La
flor de la maravilla figura como baile74,
aparentemente ya como pieza corta, por lo que quizás sufrió una transformación
posterior reduciéndose su extensión.
Ya en el siglo XX el zapateado
tuvo continuidad dentro de las piezas de guitarra solista de importantes
guitarristas como Esteban de Sanlúcar (1912-1989) y Agustín Castellón Sabicas
(1912-1990). Del primero tenemos la pieza Perfil
flamenco1 (ca. 1960), zapateado en tonalidad de Re Mayor y re menor, escrito en 2/4 con subdivisión ternaria75.
También el de Sabicas76 de 1965 está en Re Mayor con partes en menor y
escritura en 6/8, pieza que podemos considerar como la cima del zapateado hasta
la llegada de Paco de Lucía77 (1947-2014) en 1972, quien lo compuso en
Do y 6/8, y
Vicente Amigo78 (1967) en 1995, quien lo hizo en 6/8 y tono general
de Mi Mayor, aunque con partes en do# menor y cadencias frigias hacia Sol# (tono de minera). Todas estas
piezas presentan en momentos puntuales ritmos binarios, lo que supone un
acercamiento a la estructura rítmica del tanguillo gaditano.
Conclusiones
Hay que señalar que bajo el
nombre de zapateado se consideraba una forma de baile caracterizada por el
zapateo, independientemente de la música que sirvió de soporte. Por ello, la
aparición del zapateo podría tener lugar en diferentes estilos, ya sean
canarios, panaderos, soleares, o el mismo zapateado actual, y por ello su
soporte musical no fue totalmente homogéneo durante el siglo XIX.
Los datos más antiguos hasta
ahora localizados se remontan a los albores del siglo XIX (1802), en
interpretaciones en teatros de Cádiz. Fue igualmente un estilo muy practicado
en países de
El zapateado se bailó, se cantó y
tuvo su variante solista en la guitarra en el último tercio del siglo XIX, al
menos desde 1865 (Patiño), aunque hay ediciones para guitarra anteriores. Ha
quedado en España hoy convertido en toque a solo para guitarra, aunque hasta
hace poco, como estilo flamenco figuraba con frecuencia en los repertorios de
baile, sobre todo en el de hombre.
Su tonalidad fue principalmente
en modo Mayor, con posible modulación
al homónimo menor o al relativo menor. Su
ritmo binario compuesto (6/8) denota una herencia de estilos anteriores como el
canario, y el tanguillo (mezcla de 6/8 y 2/4). De este último se pueden
localizar melodías muy relacionadas con el zapateado, también con aires de jota
y alegrías, lo que supone tener que considerar que durante el siglo XIX sus
cantos no desaparecieron, sino que pasaron a formar parte de nuevos estilos
flamencos que comenzaban a surgir por entonces, como fueron los tangos y las
alegrías. Esto explicaría el por qué hoy no se cantan zapateados ni panaderos,
y sin embargo sí se mantiene su toque de guitarra.
Podemos afirmar que bajo el nombre de
zapateado se practicó también el toque por
alegre, la partitura de Jaime Bosch de 1890 lo confirma y sirve como
muestra de la relación musical señalada por Davillier.
Agradecimientos
El autor agradece al blog El afinador
de noticias la publicación de la referencia más antigua del zapateado en la
península, localizada por Faustino Núñez (entrada del 24 de abril de 2010) http://elafinadordenoticias.blogspot.com.es/2010/04/zapateado-en-1802.html.
La de Lázaro Quintana, (entrada del 8 de febrero de 2010). http://elafinadordenoticias.blogspot.com.es/2010/02/lazaro-quintana-en-1827.html.
La del Sr. Monge, El Planeta; y la asociación más antigua entre el zapateado y
los panaderos (entrada del 19 de septiembre de 2012) http://elafinadordenoticias.blogspot.com.es/2012/09/noticias-de-panaderos-1762-1847.html.
También desea mostrar su
agradecimiento al blog Callejón del Duende, la publicación de Antonio Barberán
del cartel teatral de la actuación de Teodoro Guerrero El Quiqui en el Teatro
del Balón el 17 de junio de 1867 (entrada del 20 de marzo de 2013) http://cdizflamencoflamencosdecdiz.blogspot.com.es/2013/03/el-flamenco-teodoro-guerrero-el-quiqui.html Consultada 31 mar 2013.
Igualmente al blog Flamenco de papel, la
publicación de Alberto Rodríguez sobre la localización del zapateado de Cádiz
por Manuela Pampina en Barcelona (entrada del 30 de junio de 2010) http://flamencodepapel.blogspot.com.es/2010/06/concha-la-carbonera-flamenca-itinerante.html
Consultada 20 feb 2013.
Y al blog
Y al blog La Gazapera, la publicación
de Manuel Bohórquez del nacimiento de La Cuenca (entrada del 22 de marzo de
2013) http://blogs.elcorreoweb.es/lagazapera/2011/03/22/%C2%BFhemos-encontrado-a-la-cuenca/
Consultada 31 mar de 2013; y las fechas de nacimiento y muerte de El Planeta
(entrada del 20 de febrero de 2011) http://blogs.elcorreoweb.es/lagazapera/2011/02/20/en-busca-de-el-planeta-perdido-2/
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